El 4 de noviembre comenzará a regir el Acuerdo de París, adoptado en la Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas sobre el cambio climático en diciembre de 2015. Requería para la ratificación de al menos 55 Estados parte, que en su conjunto sumaran como mínimo 55 % de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Esto se alcanzó el 5 de octubre, cuando los países de la Unión Europea presentaron formalmente sus instrumentos de ratificación, y el acuerdo entrará en vigor 30 días después de que se hayan superado ambos umbrales, tal como se establece en su texto. América Latina y el Caribe posee alrededor de un 10 % de la población mundial y emite aproximadamente un 10 % de los gases de efecto invernadero a nivel global. Sin embargo, explicó el director regional de la ONU Ambiente para América Latina y el Caribe, Leo Heileman, “las proyecciones indican que esa proporción aumentará exponencialmente en los próximos años, debido al crecimiento demográfico, el aumento de la demanda de energía y el transporte”. El Acuerdo de París y las contribuciones determinadas a nivel nacional de los países de la región indican las medidas que deberían ponerse en marcha para transformar los sectores de uso de la tierra, transporte y energético que, por orden de importancia, contribuyen a las emisiones en la región.