El presidente Obama asumió la presidencia en una plataforma pacifista. Prometió a los ciudadanos sacar la tropas de Afganistán lo más pronto posible y no involucrar al ejército de los EE. UU. en contiendas internas de otros países. Por su posición pacifista le otorgaron el premio Nobel de la Paz.
EE. UU. es un fuerte aliado de Israel. Siria es colindante con Israel y son antagonistas. Siria tiene un arsenal de armas químicas y es aliado de Rusia —que le vende armamentos— y de China, país con el que tiene vínculos comerciales. Siria es también aliada de Irán, enemigo acérrimo de los israelíes a quien ha reiterado la amenaza de destruir. Israel y los EE. UU. tienen temor —instigado por los israelitas, que tienen mucha influencia política— de que usen armas químicas para aniquilar a su población judía. El uso de tales armas está prohibido por múltiples acuerdos internacionales.
Bashar al-Asad utilizó armas químicas contra los rebeldes que lo asedian para que abandone el poder. El video de los servicios de inteligencia de los EE. UU. (yo vi 3 segundos y lo tuve que cerrar por lo abominable) se inicia con la muerte por asfixia de un niño de unos tres años. Este video se lo enseñaron a miembros del Senado y del Congreso de los EE. UU. (posiblemente por gestiones de cabilderos de Israel). Obama está asediado para que intervenga en el conflicto y ordena a sus tropas bombardear a Siria si no destruye sus armas químicas en un plazo perentorio. Putin a nombre de Rusia interviene y negocia con el gobierno de al-Asad que ponga sus armas químicas bajo control de una comisión de países. Esto ha sido aceptado por las partes involucradas en el conflicto y al terminar septiembre es el statu quo de la confrontación entre Siria y los EE. UU.