El Tribunal de Apelaciones de Trabajo de Uruguay desestimó un recurso presentado por la Comisión de Apoyo de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) por las “faltas garrafales de ortografía” que contenía. Dicho escrito fue preparado por el abogado del organismo, Pablo Andrada, y, de acuerdo con el periódico El Observador, contenía “más de 100 errores de escritura en 11 páginas”. Algunas de las faltas fueron: “espresa”, “desarroyo”, “ubiera”, “estubiera”, “quizo”, “abaló”, “extructura” y “digimos”. “El escrito de apelación presentado en autos resulta absolutamente inentendible, plagado de faltas de ortografía garrafales, errores de sintaxis, de tecleo, excesivo uso de abreviaciones con incoherencias absolutas, con un lenguaje inapropiado”, reza la sentencia del 20 de septiembre a la que accedió el diario uruguayo. Además, el documento resalta que el texto que presentaron los abogados de la institución uruguaya no se ajustaba “a la dignidad y respeto que merece la Justicia”.