Ernesto J. Armenteros
ejarmenteros@union-holdings.com
Funcionarios de alto rango, autoridades policíacas y de orden judicial nos han dicho, en repetidas ocasiones, que no se protegerá a las vacas sagradas.
Esta información me lleva a elucubrar sobre el concepto vaca sagrada y el desasosiego que pueda traerles a las vacas sagradas existentes en nuestro país la afirmación de que no serán protegidas por las autoridades.
Pues bien, el concepto vaca sagrada tiene un largo historial. Antes del Monoteísmo (del Latín mono, uno; Teo, Dios), que se generalizó con el Cristianismo, el Politeísmo (poli, muchos) era la práctica religiosa común de las civilizaciones antiguas. Se adoraban figuras y animales. Entre ellos, a las vacas. Estas, dicho sea de paso, continúan siendo veneradas en la India. Son intocables. De ahí es que surge el concepto de vaca sagrada.
¿CÓMO SURGEN LAS VACAS SAGRADAS CRIOLLAS?
Profunda introspección sobre nuestras costumbres y creencias me ha llevado al convencimiento de que el concepto de Bovinum Sacrum Dominiquense –el nombre científico de Vaca Sagrada Criolla– (BSD, para abreviar), pudo haber tenido origen conceptual en privilegio religioso, pero que actualmente es de simple y estricto rango social. Es algo obtenible. Humanamente. Sin pretensiones divinas. Esto, a pesar de que algunas BSD actúan como si tuvieran a los dioses de la antigüedad agarrados por el pichirrí.
¿QUIÉNES PERTENECEN A ESTA CLASE PRIVILEGIADA? ¿POR QUÉ?
Alguien dijo que la costumbre hace ley. Desde hace tiempo se accede a este rango social especialísimo por una cualquiera de las siguientes vías:
Por consideración política. Todos los familiares y descendientes de las autoridades electas pertenecen al selecto grupo de las BSD. Esto es extensible a parientes, compadres y amigos. No excluye a los relacionados de los políticos difuntos.
Por estar relacionado con las fuerzas armadas. Pertenece a este grupo todo militar, activo o retirado, que llegue a rango de, más o menos, coronel. Es extensivo a sus familiares y enllaves.
Por pertenecer al tren judicial o gozar de su consideración. Esto se aplica a los jueces (de Corte de Apelación para arriba, o su equivalente), y a los abogados prominentes, a los que comúnmente llaman juristas.
Por su condición religiosa. Los curas y autoridades eclesiásticas son ipso facto merecedores de trato preferencial.
Por linaje noble (alcurnia) o riquezas. Estos son los "bien nacidos". Pertenecen porque son descendientes y parientes de personas de meritocracia ancestral o fortunas considerables.
Por generosidad. Son aquellos que por haber sido particularmente dadivosos en sus aportes a los partidos políticos, se les extiende este privilegio.
En la vieja Europa, los aristócratas eran las vacas sagradas por excelencia, y accedían a tal condición por nacimiento, hasta que en tiempos de Luis XVI, en Francia, sus privilegios desesperaron a las multitudes a tal extremo que se produjo una revolución que estableció el concepto de igualdad (o égalité, en francés). Ayudó mucho a enraizar el concepto el invento de una máquina llamada guillotine, en honor a su creador, el Dr. Guillotine, quien se vio impulsado a engendrarla por compasión ante el sufrimiento que causaban otros métodos de ejecución. El método resultó muy persuasivo, porque, de entonces para acá, la égalité se ha hecho muy popular en el mundo entero, y para aplicarla se creó el sistema jurídico que tenemos, cuyo símbolo es la muy reconocida joven, bastante agraciada, con los ojos tapados con una venda y sosteniendo la balanza en su mano, con el brazo extendido.
En nuestro país, a pesar de heredar el sistema jurídico francés, sospechamos, y no sólo porque “somos chivos”, que aquello de la égalité ha tenido más excepciones que los hoyos que adornan al proverbial catre viejo. Esta suspicacia tiene fundamentos reales e históricos. Es generalizada la percepción, por tanto, de que la amiga que sostiene la balanza, lo que tiene en los ojos no es una venda opaca, sino una gasa transparente, que le permite distinguir a las BSD y tratarlas con tolerancia y distinción.
Sin embargo, en tiempos recientes, ante casos muy sonados dirigidos por BSD, la venda de la dama con la balanza ha sido bastante opaca y ha sentenciado “a la reja” con una contundencia comparable con la de que terminan los episodios de la Tremenda Corte y Tres Patines. ¡Bravo! Aunque hay quienes dicen que eso se produjo porque unos señores muy poderosos, que vinieron desde muy lejos, se ocuparon de cambiarle y apretarle la venda a la bella dama.
Sea como fuere, si mi conjetura de quienes pertenecen al grupo de Bovinum Sacrum Dominiquense es correcta, aquello de que este Gobierno no los protegerá no es, a largo plazo, razonable. Estos señores merecen consideraciones especiales, respeto y, particularmente, protección. Ni el Gobierno ni nadie quiere que se haga hamburgués fisiológico ni moral con ellos. Lo de égalité está muy vigente, pero el instrumento que inventó el Dr. Guillotine es un poco repulsivo para la sociedad actual. Por eso, precisamente, es que es tan importante que la dama de la balanza siga teniendo la venda opaca y bien apretada, con o preferiblemente sin la ayuda de esa gente de fuera.
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Edición 349 Febrero 16
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Edición 348 Enero 16
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